Construcción de refinería Dos Bocas en medio de dudas

Las obras de la refinería de Dos Bocas comienzan hoy en medio de preocupaciones por un calendario de ejecución y presupuesto poco realistas. Su edificación también se dará en un momento en que los habitantes de la región sufren los estragos de los daños al medio ambiente provocados en el pasado por Pemex.

Nayeli Meza y Eduardo Buendía|Reporte Indigo|Ago 1, 2019. Llegó el día cero. Contra todos los pronósticos, la construcción de la primera parte de la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, comenzará hoy como un primer paso por alcanzar el sueño del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO): recuperar la eficiencia energética nacional.

La apuesta principal de este proyecto es lograr un procesamiento de 340 mil barriles de petróleo, además de que se incremente la oferta de gasolina y diésel en por lo menos 290 millones de barriles diarios, con lo que se podrá reducir la importación de estos combustibles

La propuesta de Dos Bocas fue una de las promesas de campaña del mandatario, proyecto que impulsó a través de una consulta pública poco después de que asumiera el cargo en diciembre.

La refinería se construirá en tres partes: preparación de sitio; construcción y operación, y se estima que comenzará a operar en 2022.

La mexicana ICA Fluor, la surcoreana Samsung Engineering y la estadounidense KBR fueron las empresas seleccionadas por la Secretaría de Energía (Sener) mediante una convocatoria cerrada para poner la primera piedra.

Aunque estos gigantes del sector serán la mano ejecutora de la Cuarta Transformación, existen diversos problemas que hacen cuestionar la viabilidad de la obra cuya inversión alcanzará los 8 mil millones de dólares.

Hace unos días se adjudicaron 350 millones de dólares en contratos para la ingeniería de la refinería y 7 mil 508 millones de dólares en total para el desarrollo de la obra.

El Paquete 5 (almacenamiento) que quedó pendiente saldrá a finales de 2019 y estará dirigido a empresas nacionales que se dedican a hacer tanques.

La idea de invitar a un grupo reducido de empresas surgió luego de que Pemex cancelara una licitación cuando los postores incumplieron con los requisitos del ambicioso plazo de tres años, además de que sus ofertas superaban el presupuesto asignado.

Gonzalo Monroy, director general de la consultoría GMEC, opina que este es el proyecto insignia del presidente Andrés Manuel López Obrador y una forma de reflejar que es un gobernante que hace cosas, sin embargo, con esta obra no se resolverán los problemas de fondo que existen en el sector.

“El gran problema es que el mandatario está apostando todo su capital político y económico a la refinería porque quiere replicar la narrativa del paraíso perdido en que Pemex rescata a ciudades enteras, pero no se puede poner en marcha una refinería que no tiene una buena planeación desde el origen”, precisa Monroy.

A pesar de las inquietudes que ha despertado Dos Bocas, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, aseguró que el proyecto es económicamente viable, sin embargo, diversos especialistas coinciden en que la mayor preocupación es la Tasa Interna de Retorno (TIR) que es de 13.46 por ciento.

La evaluación económica del proyecto resulta en un Valor Presente Neto (VPN) después de impuestos de 2 mil 571 millones de dólares, de acuerdo con Sener y Pemex.

‘LEY GARROTE’ AL CENTRO DE LA REFINERÍA

El inicio de la construcción de Dos Bocas también se dará en un contexto político complicado.

El lunes, el Pleno del Congreso local avaló sanciones de entre 6 y 13 años a los ciudadanos que protesten realizando bloqueos parciales o totales a obras públicas o privadas en curso.

La llamada Ley Garrote fue propuesta por el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, quien obtuvo su cargo en las elecciones del 2018 como representante de Morena.

Las modificaciones al Código Penal estatal fueron palomeadas por el Congreso, también de mayoría morenista, y consistieron en agregar al artículo 196 las sanciones de prisión, además del pago de una multa que va de mil a 2 mil Unidades de Medida de Actualización (UMA) y de ser funcionario o exfuncionario público quedará inhabilitado por 10 años.

Durante su conferencia matutina del martes, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó que con esta ley se limiten las libertades de la ciudadanía y abundó en que es necesario que se acaben las extorsiones a empresas que estén desarrollando proyectos.

“Yo pienso que se estaba abusando, había extorsiones, corrupción y era necesario poner orden. Creo que ese fue el principal objetivo de esta nueva legislación”, expresó el mandatario.

En contraste con la postura del inquilino de Palacio Nacional, la organización Amnistía Internacional advirtió que la Ley Garrote permitiría a la iniciativa privada imponer megaproyectos sin permitir a la población oponerse a ellos.

Además aseguró que se está poniendo en riesgo la libertad de expresión y que la nueva legislación puede ser un paso a la criminalización de los derechos humanos.

FASES DE CONSTRUCCIÓN

El proyecto se desarrollará en tres etapas, las cuales van desde la adecuación del terreno hasta la puesta en marcha de la refinería en 2022

Preparación de sitio
Barda perimetral
Desmonte
Despalme
Mejoramiento de suelos
Terracerías y conformación de plataformas
Residencia de obra
Construcción
17 plantas de proceso
Almacenamiento
Integración y servicios auxiliares
Operación
Tiempo de vida útil mínimo de 20 años
Producción (millones de barriles diarios):
Gasolina, 172
Diésel, 125
Propileno, 9.4
Gas licuado, 9.3
Coque, 8,400 T/d
Azufre, 1,128 T/d

REFINERÍA DE DOS BOCAS, BOMBA DE TIEMPO

Con el inicio de la construcción de la refinería de Dos Bocas en el municipio de Paraíso, los problemas políticos y sociales en Tabasco podrían terminar por explotar.

En algunas zonas indígenas de la región, como en la Chontalpa, sus pobladores libran una batalla en contra de Pemex para que la explotación de tierras selváticas para obtener petróleo se traduzca en mejoras de su vida cotidiana o en oportunidades de empleo para vivir mejor.

Sin embargo, en comunidades como Oxiacaque, Tucta o Mazateupa –que se encuentran a unos 60 kilómetros del terreno donde estará la refinería–, los derrames y explosiones de pozos petroleros del Campo Sen de Pemex han dejado a su paso no solo devastación ambiental, también enfermedades en la gente del lugar.

La población denuncia al gobierno la falta de servicios como la escasez de medicamentos en sus centros de salud, carencias en drenaje y la poca capacitación e integración para que personas nativas se empleen en la misma empresa productiva del Estado.

Una deuda que no ha sido resarcida por administraciones federales anteriores y que ahora le corresponderá al Gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador atender.

A los pobladores de Nuevo Torno Largo, comunidad que está a escasos dos kilómetros de lo que será la refinería, también les preocupa que los daños al lugar afecten sus actividades con las que se ganan la vida como la pesca

Como muestra de estos daños está la fuga de aceite y gas ocurrida en días recientes en ductos que pasan muy cerca de Tucta.

“Si eso se sale de control va a llegar el líquido a los viveros, a todos los que están en los camellones. Las pérdidas van a ser mucho más complicadas, va a haber muerte de peces y manatíes, los 10 o 20 que hay, seguro van a morir y todo lo que se está conservando, o sea van a ser un rotundo fracaso las siembras, todo lo que hay. Son de los temores que tenemos”, expone Vicente Hernández, delegado de este poblado, en entrevista con Reporte Índigo.

Este accidente petrolero, el cual Vicente calcula que lleva alrededor de 15 días, ya ha traído severas consecuencias a la población, pues afirma que son principalmente los infantes quienes están presentando daños en su salud.

“Las afectaciones que se están dando es en los niños que ya se están reportando vómito y dolor de cabeza, mujeres también, porque el olor es demasiado fuerte, insoportable. Llegan momentos en que ya no se puede ni respirar. La fuga está detrás de los camellones chontales, está muy cerca de la población”.

El delegado también señala que son entre 80 y 100 los niños que presentan malestares por tanto inhalar los gases producidos por el combustóleo, ya que la zona de la fuga está a menos de un kilómetro de donde inicia la comunidad.

El orificio en el ducto petrolero que hoy mantiene alertas a las 2 mil 200 personas que habitan Tucta no es el único accidente de este tipo que han tenido que enfrentar.

En las zonas petroleras de Tabasco los derrames y explosiones han dejado a su paso tanto devastación ambiental como daños a la salud de los habitantes, una deuda que heredó el actual gobierno y que deberá resarcir con urgencia

En octubre de 2013, este poblado sufrió las consecuencias de la explosión del Pozo Terra 123, el cual derivó en un incendio que fue apagado después de 52 días.

Actualmente, en esta comunidad se encuentran reactivando los “camellones chontales”, que son sembradíos colocados sobre superficies acuáticas en las que producen frutas y hortalizas, pero también aprovechan el agua para criar peces.

Tabasco es actualmente un estado paradójico, pues aún con su riqueza petrolera, datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo Social (Coneval) revelan que en 2015 el 45 por ciento de su población estaba en situación de pobreza.

MAQUINARIA A MEDIA MARCHA
La intención de construir un proyecto tan ambicioso como Dos Bocas viene acompañado de diversos riesgos, sobre todo al tomar en cuenta que la industria de la refinación en México opera con solo con un motor desde hace años.

Aunque la Cuarta Transformación moverá los hilos de la obra en vez de un tercero, esta industria engloba una serie de desafíos, y en el país el antecedente no es muy alentador.

Un factor que incide en los malos resultados de la refinación a nivel nacional es el ajustado presupuesto de Pemex Transformación Industrial

Jorge Andrés Castañeda, consultor independiente del sector energético, explica que la refinación nacional se encuentra en un nivel muy bajo como consecuencia de una menor producción de crudo y la poca eficiencia de la infraestructura.

“Sería mejor si se invirtiera en la remodelación de las refinerías actuales, esto permitiría hacer una reconfiguración más profunda y aunque se ha invertido durante años en esto, el problema es que no se logran los resultados esperados”, detalla el especialista.

Otro factor que incide en los malos resultados de la refinación a nivel nacional es el ajustado presupuesto de Pemex TRI. De 2002 a 2018 los recursos asignados a esta unidad han crecido a una tasa anual promedio de 0.7 por ciento.

Antes de que el mercado se abriera con la Reforma Energética promulgada en 2013, Pemex-Refinación, Pemex-Gas y Petroquímica Básica y Pemex Petroquímica eran las encargadas de realizar actividades de refinación, transformación, elaboración, así como venta de hidrocarburos.

Sin embargo, con la puesta en marcha de Pemex Transformación Industrial (Pemex TRI) se abrió un nuevo capítulo en el país gracias a que este organismo se convirtió en el encargado de refinar y procesar el gas en México.

El sueño de la administración es recuperar la eficiencia energética nacional, pero el negocio de la refinación ha mostrado números rojos desde 2013.

En la actualidad, la capacidad instalada de las seis refinerías que operan en territorio nacional es de 30 por ciento, situación que ubica a las importaciones de hidrocarburos en 77 por ciento, de acuerdo con datos de la Secretaría de Energía (Sener)

Cadereyta (Nuevo León); Ciudad Madero (Tamaulipas); Minatitlán (Veracruz); Salina Cruz (Oaxaca); Salamanca (Guanajuato) y Tula (Hidalgo) produjeron poco más de 648 mil barriles de petróleo al día en la primera mitad de 2018.

A pesar de que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador ha puesto en marcha diversas estrategias para reducir la dependencia con el exterior, la realidad es que los esfuerzos no han sido suficientes.

Cifras de Pemex muestran que de noviembre de 2018 a abril de este año, la importación de gasolinas, diésel y turbosina pasó de 890 mil barriles diarios a 780 mil.

Al respecto, Castañeda asegura que esto no es del todo negativo, ya que México tiene acceso a la mejor infraestructura petrolera en el mundo y lo más importante para los consumidoreses conseguir la gasolina más barata, sin importar de dónde provenga.

La inversión y la magnitud del proyecto preocupa a diversos especialistas, pues existe el riesgo de que no se pueda concretar a tiempo y esto representaría una presión adicional a las finanzas no solo del gobierno, también de Pemex.

El tiempo establecido para la construcción de la refinería Dos Bocas es una misión compleja, sobre todo al tomar en cuenta los periodos de desarrollo de obras similares. La refinería Comperj, en Brasil, tardó 15 años en construirse, en tanto que Sturgeon NWR, en Canadá, aproximadamente siete años; la apuesta en Tabasco son tres.

Gonzalo Monroy, director general de la consultoría GMEC, considera que una forma de evitar retrasos en el desarrollo del proyecto es que la refinería sea de menor tamaño (704 hectáreas de terreno), además de que debe ajustarse a la realidad energética del país.

Aunque el negocio de la refinación en México lleva años rezagado, el gobierno busca dejar de depender de las importaciones de hidrocarburos y con ello dar una mejor eficiencia al sector

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